Hace unos días, Sonia y una servidora nos fuimos a visitar una casa "especial": Los propietarios son un matrimonio encantador, con historia, cultos y sensibles, que han llenado de vida y de amor la piedra y la madera de esa casa. En el salón rústico, precioso, lleno de encanto, con cada cosa en su sitio había un piano de pared, en el que pude tocar la primera parte del Claro de Luna hasta que el...