Si algo nos distingue a los seres humanos de las demás especies es nuestra capacidad creativa y creadora: algunas personas escriben libros, otras componen música, otras pintan impresionantes cuadros, los más técnicos inventan artilugios que nos hacen al resto la vida más comoda y otros, entre los que yo me incluyo, simplemente disfrutan “inventando” cualquier filigrana con las manos.
Pues bien, hoy quiero hablaros de mi pasión que, aunque es en esta etapa de mi vida donde realmente estoy desarrollando mi habilidad, he de confesar que ya desde pequeña me encantaba hacer estas cosas: doy rienda suelta a mi creatividad diseñando y realizando bisutería.
Ya… ya sé que esto hoy en día es algo que hacemos much@s, pero lo que quiero transmitir no son mis ideas ni mis diseños, sino la fascinación que se siente desde que imaginas la pieza hasta que al final terminas el trabajo, todo él artesanal y hecho con tus propias manos. Y la emoción cuando ya está listo para “salir al mundo”.
No tengo palabras para describir la sensación que siento cuando en alguna ocasión me han parado por la calle para preguntarme por el collar que llevo, o incluso me lo quieran comprar, que algo elaborado con mis manos guste a un completo desconocido…
Es más, cuando alguien me encarga una pieza para un regalo, y aunque un pequeño ingreso extra nunca viene mal, me cuesta desprenderme de ella porque en cierta manera estas creaciones son como mis hijos (salvando las distancias). Y podrán decirme que me haga otro igual para mí, pero no será lo mismo, porque aunque quiera nunca me salen dos piezas iguales por mucho que lo intente. Eso de la exclusividad en cualquier trabajo artesanal se hace realidad.
Destacaría 3 entre todas las ventajas de hacer manualidades:
– Se desarrolla la creatividad, a veces dormida por la rutina.
– Se baja el nivel de estrés y se relajan las tensiones acumuladas en el día a día.
– Se genera un sentimiento positivo que potencia la autoestima y la satisfacción personal, cuando se termina una obra.
Por eso, recomiendo a todos que creéis cosas con vuestras manos. Al principio cuesta un poco, pero luego, como digo yo, “salen como churros” 😉
Si te interesa iniciarte en el arte de la bisutería, te recomiendo la tienda de mi amiga Sara ‘Cosinas de Sara’ en Oviedo, en la calle Cabo Noval nº 12, bajo. Encontrarás toda la ayuda que necesitas con las técnicas y los materiales.
¡¡Animo!!
“Lo que es bueno para el alma es bueno para la vida”
