Es cierto eso que dicen de que “muchas veces no valoramos lo que tenemos”, y esto, cuando vives en un lugar suele cumplirse. Pocas veces levantamos la mirada por encima de nuestra cabezas (y ahora menos todavía con nuestros móviles) y así desconocemos la mayoría de los edificios de nuestra ciudad. Y con ello se nos escapa el arte y la belleza de la que estamos rodeados…
A principios del siglo XX, Gijón vive uno de sus momentos de mayor grandeza. Con la llegada de los indianos a Asturias que venían con intención de invertir su dinero, descubren en la villa Gijonesa un lugar apropiado para poner en marcha sus proyectos.
A la hora de ponerse a construir buscan las zonas céntricas de la ciudad para convertirla en el lugar de residencia y se inclinan, unos, por edificios de estilo historicista o ecléctico, mientras otros prefieren los edificios de estilo modernista.
En la remodelación urbanística de Gijón se puede apreciar esto en las zonas de residencia adinerada, zona comercial y de servicios, convirtiendo Gijón en un escenario de arquitectura de calidad.
Si hacemos un recorrido por el estilo modernista gijonés, dichas construcciones se concentran en el entorno de las calles Corrida, Jovellanos, Cabrales, Instituto, Moros, Trinidad y San Bernardo. Uno de los aspectos más representativos es el carácter femenino de la ornamentación. Se pueden apreciar detalles decorativos, cabezas de mujer, trazos ondulantes, motivos florales, tallos vegetales… Un repertorio de motivos conectados con el naturalismo y el gusto por las curvas ondulantes propios del mismo.
Dos ejemplos interesantes:
- En la calle Instituto nº 16 tenemos un edificio construido en 1913 (se puede además ver el grabado) con una decoración Art Nouveau con referencias curvas en la fachada. Su diseñador Miguel García de la Cruz fue considerado como “el más modernista” de los arquitectos que trabajaron en la villa de Jovellanos. Algunos de sus diseños como el pabellón del Casino situado en el Paseo de Begoña y diversos edificios destinados a vivienda, cines, centros de recreo, toman como modelo el modernismo belga y francés, que el arquitecto conoció de primera mano viajando por dichos países.
- En la calle Cabrales nº 43 nos encontramos con un magnífico edificio de dos plantas diseñado pos Mariano Marín del año 1901. Marín pasó a ser uno de los arquitectos más destacados de la época, diseñando tanto edificios destinados a vivienda como también hoteles, cines y teatros. El edificio mencionado, se trata de una casa en la que destaca la presencia de grandes zonas acristaladas con la apertura de tres líneas de huecos amplios.
Por supuesto, éstos son sólo dos ejemplos que quedaron como testimonio del prolífico momento que se vivió en la ciudad de Gijón a principios del siglo pasado. Tal vez ya te habías dado cuenta, o no, pero la verdad es que el arte y la historia nos acompañan día a día, silenciosos pero muy presentes en una ciudad maravillosa llena de rincones mágicos.
Desde aquí te invitamos a conocerla. Te enamorarás…
