Tradiciones de Pascua

Cada año, casi siempre al acercarse estas fechas, nos encontramos calendario en mano preguntándonos cuándo serán las fiestas de Semana Santa.

Esto es porque dicha celebración no tiene lugar en la misma fecha todos los años. ¿Sabías que muchas fechas religiosas, y en particular las católicas, tienen su origen en la adaptación de celebraciones paganas con raíz astronómica, y están relacionadas a menudo con los cambios de estación?

La regla astronómica casi exacta para calcular la fecha de Semana Santa es la siguiente: el domingo de la Pascua de Resurrección es el siguiente a la primera luna llena que sigue al equinoccio de la primavera boreal (es decir, del hemisferio norte).

 En cuanto al qué se celebra, no hay muchas dudas: se recuerdan y conmemoran anualmente los hechos más relevantes de la vida de Jesús de Nazaret ( la Pasión, Muerte y  Resurrección).

El cómo se celebra, ya nos abre un abanico más amplio de ritos, actividades, tradiciones y formas muy peculiares en función del país y la región geográfica donde se realice. En España son muy conocidos los pasos de las Vírgenes y los Cristos en Andalucía.

Una de esas tradiciones que podemos considerar más divertidas es la de regalar huevos de Pascua. Esta costumbre está fuertemente arraigada en el centro de Europa, Inglaterra  y los Estados Unidos. Viene de hace muchos siglos, y es debido a que los cristianos católicos que seguían la abstinencia cuaresmal, no podían comer huevos ni productos lácteos. Los fieles los guardaban y una vez terminada la cuaresma los regalaban.

 Confitería La Fe de Salvador en la calle Asturias

Los huevos se pintan de diferentes colores y se regalan en pequeñas cestas. En muchas ocasiones, y teniendo en cuenta que el destinatario de los regalos suelen ser niños, también se hacen de chocolate.  Muchos de ellos están pintados de color rojo, según la leyenda, porque unos vecinos de Jerusalén dieron a unos niños unos huevos para que se los tirasen a Jesús cuando éste pasase delante de ellos camino del Calvario, y en el momento que estos los tocaron, los huevos se enrojecieron de sangre.

A lo largo de la historia diferentes culturas han utilizado los huevos como objeto de diversos simbolismos: “vida”, “fertilidad”, motivos festivos en la antigua Roma, etc … . Si tenemos que buscarle un significado cristiano, éste puede ser el del principio del universo y la creación, el sentido de una “vida nueva”, tal como indica la Pascua.

Leyendas e historias que han ido pasando de generación en generación, de padres a hijos a lo largo de los siglos, y que cada uno puede interpretar o asumir como propio en la medida que estime oportuno, pero que indudablemente forman parte de nuestra riqueza cultural.

¿Y qué pinta el conejo en todo esto?

Pues la tradición del conejo de Pascua,  consiste en que los padres esconden los huevos en el jardín y a primera hora de la mañana del domingo invitan a sus hijos pequeños que salgan a encontrarlos. ¿Quién ha puesto allí los huevos?, el conejito, que es como Papá Noel o los Reyes Magos.

Simboliza la persecución de Jesús por parte de Herodes, y la intervención de Dios para evitar ser encontrados.

Confitería La Fe de Salvador en la calle Asturias

Si esta Semana Santa decidimos pasar un momento divertido con los pequeños de la casa decorando unos huevos de Pascua, seguro que podremos contarles una pequeña historia que logre captar su atención, e incluso sean capaces de desafiar al simpático conejo que tratará de esconderlos  un año más.

 

 

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