Cuando compramos un inmueble un trámite importante es el registro de esa propiedad, un proceso por el cual se inscriben todos los documentos que hacen referencia a ella a nivel legal – hipotecas, resoluciones judiciales, servidumbres – y que protege al comprador frente a cargas ocultas o acreedores del vendedor, le identifica como el único propietario y le permite obtener préstamos hipotecarios.
En la entrada del blog de hoy os contamos aquello que necesitáis saber sobre cómo registrar una propiedad, muy útil si acabáis de comprar un inmueble o estáis pensando en ello. Si preferís un asesoramiento personalizado, en la Agencia Asturias ayudamos a nuestros clientes en todo el proceso de compra-venta, y orientándoles en todos los trámites necesarios. ¡Consúltanos sin compromiso!
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¿Qué hay que tener en cuenta al registrar una propiedad?
El registro tiene que hacerse siempre en la provincia en donde se ha adquirido el inmueble, por lo que un paso previo al registro es saber cuál es la oficina del Registro de la Propiedad al que debemos ir a hacer la inscripción. Puedes consultar los Registros de todas las provincias en el siguiente enlace.
El registro puede hacerlo directamente el comprador del inmueble o un representante legal del mismo.
Los documentos que se necesitan para inscribir su nueva vivienda en el Registro de la propiedad son principalmente tres: la escritura pública de la venta, la autoliquidación que justifica el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de acuerdo con lo estipulado en la comunidad autónoma y el documento del pago de la plusvalía municipal.
Una vez que el trámite en el Registro se ha hecho la inscripción tendrá lugar dentro de los quince días hábiles siguientes, previa comprobación del registrador de que el contrato cumple con todos los requisitos de la ley, y que se establezca así el derecho de propiedad del inmueble del comprador. Si hubiera algún defecto en la documentación que impide la inscripción el registrador lo notificará al comprador para que pueda solucionarlo.
Cuando se realiza la inscripción, el derecho a la propiedad del comprador dura para siempre, mientras su propietario no disponga de él, y no es necesario ninguna renovación ni abonar nuevas tarifas por mantener la protección que otorga el registro a los propietarios.
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